La primera persona a la que deberías pensar en complacer, al escribir un libro, es a ti mismo. Si puedes divertirte durante el tiempo que se necesita para escribir un libro, los editores y los lectores pueden y vendrán a continuación.
La primera persona a la que deberías pensar en complacer, al escribir un libro, es a ti mismo. Si puedes divertirte durante el tiempo que se necesita para escribir un libro, los editores y los lectores pueden y vendrán a continuación.